Ayudamos a acometer un plan de descarbonización mediante estrategias que evitan la incertidumbre actual
La descarbonización de la industria, las ciudades y los territorios es un proceso complejo. Es numeroso el abanico de actuaciones que giran en torno a ella:
- Introducción de renovables.
- Penetración de nuevos vectores energéticos como el H2.
- Autogeneración.
- Generación distribuida.
- Almacenamiento energético.
- Flexibilidad de la red y la gestión de la demanda.
- Eficiencia energética.
- Movilidad sostenible.
Son sólo algunas de ellas, y además, están fuertemente interrelacionadas.
A la hora de acometer un proceso de descarbonización se han de tomar decisiones de inversión que tienen importantes consecuencias. El entorno cambiante en que vivimos conlleva preocupantes incertidumbres: La fiscalidad ambiental, la evolución en la regulación, los cambiantes precios de la energía, la necesidad de tecnologías innovadores y el despliegue de infraestructuras van a tener un significativo impacto en los costes energéticos y, por ende, en la competitividad de las empresas, y en el desarrollo de las ciudades y regiones.
Aunque acometer un plan de descarbonización supone afrontar relevantes y preocupantes decisiones, el llevarlo a cabo genera beneficios para la industria y la sociedad como:
- La seguridad energética.
- Ahorro energético.
- Mejora de la competitividad.
- Mejora ambiental.