"En Santiago de Cuba dormimos en un barrio que resultó ser el mayor foco de la epidemia del dengue en ese momento"
Patricia Molina / Investigadora Responsable del foco de Regeneración Urbana Integrada de TECNALIA
La fuga de talentos es uno de los grandes fenónemos preocupantes que azotan a nuestra sociedad. Benjamin Franklin decía “en su propio país, un genio es como el oro en la mina”. Estos virtuosos, estos cerebros son grandes pilares que fomentan con su capacidad visionaria el desarrollo, la evolución y contribuyen a un crecimiento económico del país. Mimarles puede ser una óptima opción.
La vida del "cerebro viajero" Patricia Molina se podría asemejar a la de cualquier joven madre trabajadora de 37 años. Se levanta por la mañana, desayuna con su familia y se dirige a su trabajo. Trata de aprovechar al máximo el tiempo en la oficina para disfrutar de las tardes en el parque con su hija pequeña.
Barcelonesa de nacimiento y residente en Bilbao estudió Arquitectura en Madrid y se doctoró en Urbanismo. Ha vivido un año en Inglaterra y tres en EE.UU. Trabajó seis años en un estudio de urbanismo, fue profesora Asociada en la Universidad Politécnica de Madrid, y durante años formó parte del Laboratorio Urbano y el Observatorio Metropolitano. Actualmente se encuentra en TECNALIA como Investigadora Responsable del área de Regeneración Urbana Integrada.
Leire Agüero. Tuvo la oportunidad de introducirse en el MIT, Massachusetts Institute of Technology, ¿cómo lo logró?
Patricia Molina. Fui a estudiar al MIT gracias a una beca Fulbright. Allí realicé un Máster en Urban Studies and Planning. Posteriormente trabajé dos años como Investigadora en el Community Innovators Lab, que pertenece al Department of Urban Studies and Planning de MIT.
L.A. El MIT es sinónimo de talento, ingenio… ¿Qué representa para usted?
P.M. Un gran privilegio. Tanto los estudiantes como los investigadores y profesores que llegan al MIT tienen una motivación altísima. Les apasiona su trabajo, y todo el mundo transmite esa sensación de estar dedicándose a lo que realmente le gusta. Además, existe un fuerte compromiso con mejorar el mundo, con tener un impacto positivo a través del trabajo. El MIT es una plataforma que da acceso a recursos y espacios de toma de decisiones que permiten hacerlo. Eso genera un ambiente muy creativo y enriquecedor, pero al mismo tiempo muy competitivo, porque todo el mundo tiene grandes aspiraciones.
L.A. ¿Por qué regresó a España?
P.M. Por una parte, teníamos ganas de estar más cerca de la familia, y por otro, tanto mi marido como yo queríamos volver a trabajar en el ámbito europeo y aplicar lo que habíamos aprendido en EE.UU. Además, al recibir la beca Fulbright te comprometes a volver a tu país al menos durante dos años, precisamente para aplicar lo que has aprendido y que el programa no se convierta en una “fuga de cerebros”, puesto que parte de la beca la financia el Gobierno de España.
L.A. En TECNALIA, ¿cuál es su cometido?
P.M. Soy investigadora y responsable del foco de Regeneración Urbana Integrada dentro del Área de Rehabilitación y Regeneración de Construcción. Contribuyo en la visión estratégica del foco tanto desde el punto de vista de la investigación y los programas, como desde la parte de mercado, desarrollando iniciativas europeas, Emaiteks y proyectos que nos contratan principalmente las administraciones públicas, en especial las ciudades.
L.A. Actualmente, ¿en qué iniciativa está inmersa?
P.M. Estoy trabajando en un proyecto europeo cuyo objetivo es fomentar la capacidad de las entidades públicas para incorporar medidas de eficiencia energética en la planificación, gestión y financiación de la regeneración urbana integrada. Al mismo tiempo, estamos desarrollando un estudio para la Dirección de Vivienda del Gobierno Vasco y preparando una propuesta europea sobre planificación urbana integrada que entregaremos en septiembre. ¡Entre otras múltiples cosas! (sonríe)
L.A. Regeneración urbana es...
P.M. El proceso de transformación de la ciudad consolidada para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, así como su sostenibilidad ambiental y económica.
P.M. Desde pequeña tanto mis padres como en el colegio me inculcaron un espíritu abierto a conocer y valorar otras realidades, y viajar es la mejor forma de hacerlo. Además, en mi familia nos hemos movido desde hace generaciones, ya sea por temas laborales o personales. Por suerte, siempre con buenas experiencias, así que me resulta algo natural.
L.A. ¿Cuándo comenzó esta inquietud exploradora?
P.M. Por turismo, desde los ocho años, cuando hice un viaje en coche con mis padres por Francia e Inglaterra. Y a los once años me fui un mes a un campamento de verano en Bodo (Noruega) organizado por una ONG vinculada a Naciones Unidas cuyo objetivo es promover la educación para la paz y la amistad intercultural.
L.A. ¿Alguna anécdota peculiar?
P.M. Hace muchos años fui de cooperante a Cuba un mes. Estuvimos trabajando en la rehabilitación de una “ciudad escolar” en la Sierra Maestra. Después nos quedamos unos cuantos visitando la zona. En Santiago de Cuba dormimos en un barrio que resultó ser el mayor foco de la epidemia de dengue que había en ese momento, pero sólo nos enteramos al volver a España. ¡Por suerte, nadie se contagió!
L.A. Si le ofrecieran trabajar en un lugar fuera de España, ¿se lanzaría a la nueva aventura?
P.M. Pues ahora mismo no nos lo estamos planteando, y dependería del trabajo que me ofrecieran…¡Pero sí! Desde luego esa puerta sigue abierta. ¡La vida da muchas vueltas!
L.A. El término trabajo ¿qué significa para Patricia?
P.M. La oportunidad de desarrollar proyectos aplicados de mejora de las ciudades. Antes de estar en TECNALIA trabajé tanto en un estudio de urbanismo como de profesora en la universidad. En la empresa privada hay poco espacio para investigar, tratar de hacer las cosas de otra forma. Y en la universidad muchas veces falta contacto con la realidad; la investigación puede quedarse en un plano muy analítico sin llegar a la fase de propuesta e implementación. Por eso, me gusta el punto intermedio. ¡TECNALIA lo tiene!
L.A. ¿A qué le costaría acostumbrarse en el mundo laboral?
P.M. A los múltiples protocolos internos. Yo vengo de una cultura más “do it yourself” en la que todos hacemos de todo y se funciona de forma más orgánica, menos rígida.
L.A. Aficiones...
P.M. Bailar, la playa, navegar, salir al monte, hacer yoga, una buena novela, The Wire, la horchata, el fuet… e ir de pintxos con los amigos (ríe).