El 5 de junio de 2016 es el Día Mundial del Medio Ambiente. Pero, ¿qué significa realmente? Gran pregunta con difícil respuesta. He aquí una visión personal de lo que entiendo por medio ambiente en su más amplio sentido, desde sus grandes retos y desafíos.
Comencemos recordando el nacimiento de esta conmemoración, allá por diciembre de 1972, fecha en la cual la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) designó el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente celebrándose desde entonces (junio de 1973) hasta la fecha, durante más de 50 años, ¡nada más y menos!
Esa fecha no fue elegida al azar, se designó en memoria al día de la inauguración de la Conferencia de Estocolmo en junio de 1972: La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, que condujo al nacimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), por ser el primer foro mundial donde se expresó una preocupación por la preservación del medio ambiente.
En este sentido, es destacable el lema que el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, expresó con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente de 2015: “Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación”. Este lema sigue siendo actual y tiene un encaje perfecto con el mensaje que trataba de transmitir en el post sobre Economía Circular. “Los recursos son finitos” en la línea del recientemente aprobado (diciembre de 2015) paquete de nuevas medidas de economía circular para impulsar la competitividad, crear empleo y generar crecimiento sostenible.
Pero además de insistir en el mensaje de la necesidad de gestionar los recursos con eficiencia es importante resaltar que existen otros desafíos relevantes. Aunque sin duda están interrelacionados entre sí, tienen entidad propia: El cambio climático, el medio ambiente y la salud, los servicios de los ecosistemas, el desarrollo de productos alternativos a los derivados del petróleo; los bioproductos basados en materias renovables, la energía baja en carbono... sin olvidar las ciudades saludables, eficientes y sostenibles.
El futuro que nos espera con relación a los efectos provocados por el cambio climático reflejan que, lejos de pensar que se van a producir a muchos kilómetros de distancia, en nuestro entorno cercano vamos a sufrir cambios significativos en los regímenes de precipitación e incrementos de temperatura. Estos efectos y sus impactos derivados no nos dan otra opción que buscar medidas de adaptación y estudiar la resiliencia de nuestras ciudades y territorios para disponer de datos y evidencias científicas que soporten la toma de decisiones de los gobernantes y gestores.
Este año, al igual que el pasado con la Cumbre de París y el reto del cambio climático, tenemos una cita ineludible: La 3ªConferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible: Hábitat III. Se celebrará en Quito (Ecuador) en octubre. El objetivo de la conferencia es reforzar el compromiso global a favor del desarrollo urbano sostenible con una "Nueva Agenda Urbana". Es decir, las ciudades y el desarrollo urbano sostenible con grandes retos y desafíos como: La ciudad resiliente, la ciudad eficiente, las ciudades saludables y restauradoras…
En definitiva el medio ambiente cubre un gran número de actividades, sectores y agentes que tienen puntos comunes, bien sea a través de la preservación y conversación de nuestros recursos favoreciendo la eficiencia del uso de los mismos o a través del fomento de oportunidades para la generación de valor en nuestra sociedad mediante la promoción de actividades orientadas a la remedición de impactos y al aprovechamiento y fomento del uso de los recursos renovables.
No quiero dejar pasar esta oportunidad, como vitoriano y alavés orgulloso de mi tierra, para felicitar al Centro de Estudios Ambientales (CEA) de Vitoria-Gasteiz y a sus magníficos profesionales por su 20º aniversario. La felicitación tiene una motivación más profunda que la propia celebración del aniversario: Los logros conseguidos por un trabajo tenaz, sostenido y con consenso político y social. Y es que no podemos obviar que Vitoria-Gasteiz es una de las ciudades europeas de referencia en materia de medio ambiente. Lo avala su designación por la Comisión Europea como Vitoria-Gasteiz European Green Capital 2012 gracias al trabajo de las instituciones, de los técnicos y, sobre todo, de las vitorianas y vitorianos.
Estas apuestas no son casuales, son fruto del trabajo de muchos años. Comentaba hace unos pocos días con un responsable de la administración medioambiental de Araba que nuestro Territorio Histórico constituye actualmente el pulmón del País Vasco con un 26,4% de su superficie perteneciente a la Red Natura 2000 con 4 ZEPAs, 3 ZECs y 23 LICs.
Felicidades a todas y a todos los que creemos que "el medio ambiente es más que verde" y que trabajamos día a día convencidos de que es un territorio de oportunidades donde hay mucho terreno para la Innovación y la I+D.