Parte de la sociedad actual piensa de manera inconsciente que al depositar un residuo en el contenedor su ciclo de vida y responsabilidad termina. Es precisamente en este punto donde el proceso de tratamiento y recuperación de la materia contenida da comienzo.
Etapas como la logística, clasificación, acondicionamiento y separación son consideradas clave dentro del proceso de recuperación de cualquier tipo de residuo una vez que este se haya generado. Este hecho cobra especial relevancia en el caso de los plásticos; materiales que se encuentran en constante desarrollo, ampliamente utilizados en la mayoría de sectores industriales, y que presentan una demanda creciente en los últimos años.
Según la organización Plastics Europe en el año 2016 se produjeron en la UE unos 50 millones de toneladas de plástico, un 3 % más que en el 2015. Aproximadamente el 75 % del valor citado se refiere a la familia de los termoplásticos (reversibles, funden al aplicarles calor y se solidifican al enfriarlos) mientras que el 25 % restante se centra en los termoestables (irreversibles, existe una transformación química y se forma una red intermolecular entrecruzada).
Dentro del primer grupo se pueden destacar algunos de los materiales más habituales en el sector de envase y embalaje (HDPE, LDPE, PET), automoción (PP, ABS, PA) o eléctrico electrónico (HIPS, PC-ABS). La UE estipula que la producción de materia prima plástica durante los últimos diez años ha sido equivalente a la de todo el siglo XX. Las previsiones apuntan a que en el año 2020 se comercializarán en la UE aproximadamente 66,5 millones de toneladas de plástico, cifra que podría llegar a triplicarse en el año 2050. Esta evolución hace indispensable el desarrollo y puesta en marcha de una estrategia global de gestión de los residuos plásticos generados en las actividades de origen doméstico e industrial.
Actualmente los residuos plásticos no están tratados de manera específica por la legislación de la UE, a pesar de su creciente impacto ambiental. Solo en la Directiva 94/62/CE relativa a los envases se incluye un objetivo específico de reciclado para los envases de plástico. En la Directiva marco 2008/98/CE de residuos solo se establecen criterios generales con objetivos de reciclaje para los residuos domésticos que abarca, entre otros materiales, los residuos plásticos: indica la responsabilidad ampliada del productor como principio clave de la gestión.
Asimismo, se define la jerarquía de tratamiento de residuos, dando prioridad a la prevención, reutilización y reciclaje por encima de la valorización energética y la eliminación en vertedero. Según datos de EPRO (European Association of Plastics Recycling and Recovery Organizations) la media de reciclado mecánico de plásticos en Europa supone aproximadamente 35 % del total generado, destinándose el restante a la valorización energética y/o vertido controlado.
En este sentido hay que destacar las políticas adoptadas por algunos países del norte del continente donde prácticamente se ha eliminado el vertido favoreciendo la valorización energética de las fracciones no reciclables. En este contexto, la UE está impulsando políticas medioambientales con el objetivo de alcanzar una cifra de reciclado del 50 % respecto al total de residuos plásticos generados para el año 2025.
A continuación se citan algunos de los parámetros clave del proceso de reciclado del plásticos:
- Los plásticos de origen post consumo pueden provenir de gran variedad de sectores y aplicaciones; envase y embalaje, eléctrico-electrónico, vehículos fuera de uso, construcción y demolición, etc. Existen muchas funcionalidades, por tanto una gran cantidad y tipología de sistemas poliméricos.
- Necesidad de contar con un sistema integrado de gestión de los residuos. Se trata de aunar operaciones de logística recogida, transporte, separación, acondicionamiento y procesado, además de la trazabilidad de la materia prima.
- Precio de los materiales: mercados cambiantes donde los costes entre material virgen y reciclado pueden variar de manera considerable. Esto tiene influencia directa en la viabilidad del proceso.
- Para incluir material reciclado en nuevos procesos/productos además de el precio es muy importante asegurar un plástico recuperado con la calidad constante y suministro regular. Las características del nuevo producto a fabricar deben ir acorde con las prestaciones del material recuperado.
- Limitaciones existentes en tecnologías de tratamiento; técnicas de detección y separación de polímeros, presencia de aditivos, impurezas, tamaños de partícula requeridos, otros.
- Productos de bajo valor añadido. Las impurezas presentes limitan las prestaciones de los nuevos productos. La incorporación de residuos post industriales en lugar de residuos post consumo puede aumentar considerablemente la calidad de la materia prima.
- Impulsar políticas que fomenten el reciclado de plásticos; aumento tasa de vertido, incentivos utilización material reciclado, etc.
Gestionar mejor los subproductos plásticos no solo plantea dificultades, sino que también ofrece innumerables retos y oportunidades. A día de hoy existen cantidades considerables de residuos plásticos que por diversos motivos no han sido reciclados hasta la fecha y presentan un gran potencial. Además, se da la circunstancia de que muchos fabricantes de productos están incluyendo material reciclado en sus productos, ya sea por exigencias legales como por diferenciación respecto a su competencia. Para poder incrementar la cantidad de material reciclado en nuevos productos sería necesario incidir en algunos factores como por ejemplo:
- Ecodiseño. Realizar el diseño desde un punto de vista medioambiental teniendo en cuenta el ciclo y fin de vida de los productos.
- Optimizar operaciones de logística, tratamiento y separación de residuos plásticos.
- Obtener material reciclado con prestaciones técnicas similares al virgen a precio competitivo.
- Impulsar políticas verdes donde se fomente el uso de material reciclado en diversas aplicaciones o sectores industriales.
Uno de los sectores industriales que más cantidad de plástico demanda es el de la construcción. En el año 2017 en la UE se consumieron unos 10 millones de toneladas de plástico. Entre los materiales más utilizados se encuentran los denominados commodities como PP, HDPE, LDPE o PVC por ejemplo. En cuanto a las aplicaciones donde se emplean estos materiales se pueden destacar, tuberías, productos de aislamiento, revestimientos, ventanas, mobiliario, etc.
El giro hacia la sostenibilidad ambiental de empresas y administraciones públicas abre toda una ventana de posibilidades para que los plásticos reciclados puedan ser introducidos en nuevos productos del sector de la construcción. Independientemente de la fuente de procedencia de los plásticos (envase, automoción, aparatos electrónicos, otros) existe una gran cantidad de productos y aplicaciones para que la materia prima recuperada cumpla con las prestaciones mecánicas, estéticas o contra el fuego, requeridas en cada caso particular.
La fabricación de nuevos productos del sector contract (mobiliario/accesorios de interior), obtención de nuevo mobiliario urbano o desarrollo de productos innovadores como tabiques, suelos o perfiles son claros exponentes de las posibilidades y retos que se presentan dentro de lo que hoy en día se denomina economía circular y aprovechamiento de recursos materiales.