Tras 20 años, nuestra forma de vida y de realizar distintas tareas ha evolucionado a pasos agigantados, más de lo que pudiéramos pensar a priori. Recordemos el Control de calidad de negativos de acumuladores eléctricos para Cegasa, Energía Portátil, desarrollada en el 94 e instalada en Oñate.
Esta aplicación trataba de controlar cómo se repartía el negativo de las cubetas que forman los acumuladores en horizontalidad, nivel de llenado y ausencia de masa sobrante de negativo, ya que todo esto podía provocar cortos con el aislante y el positivo. Los comienzos del software, de la programación gráfica industrial con LabWindows para DOS suponía una revolución en cuanto a la apariencia poco industrial.
Existía una gran dificultad de programación de Windows entre 3.1 y NT. Recordáis el ¿Hello World? Eso sí, se seguían enlazando con el compilador de Microsoft y no había ningún entorno de programación pero disponían de controles como agujas, displays, gráficas… ¡Fue el comienzo de una gran amistad con LabWindows!
En cuanto al hardware, los PCs eran un “poco” menos potentes. En concreto, el portátil con el que me encuentro en estos instantes es 40 veces más potente. Las cifras son sorprendentes: un 80486 a 66 Mhz, con 4 Mb Ram y 170 Mb HD.
Nuestros programas desarrollados en Ansi C con el Microsoft Compiler y usando el Norton Editor como editor debían pesar como mucho 640K de memoria. ¡Ni uno más! Eso obligaba a reservas estáticas para ir controlando en todo momento el tamaño. Extensores de memoria tipo Phar Lap nos liberaron de esas ataduras y nos permitieron usar esos enormes 4 Mb.
En aquella época, el mercado no estaba consolidado como ahora. Las cámaras eran analógicas. ¡Qué problemas de ruido nos daban los variadores! Tanto estas como las ópticas provenían en su mayoría del mundo de la vigilancia, las tarjetas de adquisición eran bastante caras y había un par de proveedores de iluminaciones industriales normalmente basadas en fibra óptica como Dolan Jenner.
Si querías realizar una aplicación a los costes por los que se vendían por aquel entonces los “proyectos” te las ingeniabas para encontrar lo que resolvía tus necesidades. La forma de trabajar se resumía en "hágaselo usted mismo".
Me vienen a la cabeza las visicitudes por las que tuvimos que pasar en el desarrollo de una de nuestras iniciativas. Empleamos luces incandescentes, con luminarias compradas en una tienda de lámparas, la tarjeta de adquisición era doméstica y usamos un multiplexor de vídeo para seleccionar el canal que captaba (4 vistas de las cubetas). En cuanto a la parte mecánica recibimos apoyo profesional aunque los proveedores de perfilería no realizaron un trabajo muy fino. La parte eléctrica, montada por mí mismo, tenía soluciones poco industriales. Como no conocía enchufes industriales, empleé domésticos y el sistema tenía uno de panel hembra con lo que el cable era de 220v con un conector macho. Enchufado no había problema, pero desenchufado quedaban los dos conectores al aire. ¡Menudos calambres, qué tiempos aquellos!
Tras montar el sistema los primeros resultados no fueron tan buenos como esperábamos. Aunque poco a poco empezó a dar respuestas óptimas. A pesar de las dificultades uno de los responsables de la empresa nos aseguró que solo con nuestro sistema ya tenían amortizada su maquinaria. Estuvo operativo varios años y con relativo bajo mantenimiento, mas allá de cambiar las luces que era realizado por el propio cliente.
Estos primeros desarrollos nos fueron haciendo mejorar, fijar contactos más profesionales. Pasar de "ameteur" a profesional. Enseguida empezamos a usar la versión 2 de Halcon y a desarrollar aplicaciones más robustas y estables.
Siempre nos encontraremos con inconvenientes, con obstáculos que sortear. ¡Lo importante es que la tecnología evolucione y nosotros con ella!