Cuando hablamos de Flexibilidad Organizativa es inevitable pensar en flexibilidad de producción o flexibilidad de mano de obra. Quizás esas sean las dos dimensiones más conocidas de este término o más comunes en textos de literatura de gestión. Aparecen como herramientas de gestión muy valiosas para aquellos gerentes que buscan mayor capacidad de adaptación y en consecuencia, mantener sus ventajas competitivas en el tiempo.
Pero no parece ser suficiente dada la escasa capacidad de adaptación que han demostrado empresas cuyos niveles de flexibilidad (llamémosla, operativa) se suponía eran elevados u óptimos. ¿Cuál puede ser el problema?
Durante mi trayectoria como estudiante de doctorado participé en un proyecto en cooperación con la Erasmus University en Holanda. Su objetivo consistía en realizar evaluaciones de madurez de las empresas en términos de flexibilidad organizativa; nos enfocamos en el mercado cooperativo. Pusimos en práctica una de las teorías de flexibilidad organizativa más destacada entre la comunidad científica de cambio organizacional; el modelo propuesto por Henk W. Volberda, "Building flexible firm".
El mencionado autor desarrolló un marco teórico y una herramienta de evaluación en el que la flexibilidad organizativa representará una ventaja competitiva si evoluciona en el tiempo, es decir, en la medida que se entienda y se aborde de forma continua a lo largo del ciclo empresarial siguiendo las demandas del entorno competitivo en el que opera la organización. Su marco de trabajo permite analizar el aspecto de flexibilidad organizativa desde varias dimensiones no solo considerando la flexibilidad operativa sino también la flexibilidad estructural y la flexibilidad estratégica. Además, propone que se centre también la atención en las características de diseño organizacional considerando que tanto la cultura como la estructura influyen en dicha evolución de flexibilidad. Por último, y no menos importante, en dicho marco teórico se le da mucha importancia a la ‘absorptive capacity’ relacionado con vigilancia estratégica o ‘corporate foresight’ como herramienta clave para entender el ritmo y evolución de las fuerzas competitivas.
Un problema real; la flexibilidad es un concepto muy complejo que requiere un ‘abordaje’ diferente
Basándome en la experiencia cooperativa y contando con la colaboración de los gerentes de las cooperativas comencé mi viaje hacia lo que es hoy mi trabajo de tesis doctoral. Descubrimos que las pautas teóricas no encajaban con la realidad empresarial, en este caso, con la particularidad del entorno cooperativo. Adicionalmente, en mi evaluación del estado del arte en torno a este tópico, pude concluir que, cualquiera de las herramientas o métodos actuales para abordar flexibilidad inducían a error con relación al hecho de que en la mayoría de las organizaciones del mundo real, la flexibilidad se trataba como un elemento estático, cuando en realidad debía ser enfocada como una condición temporal y dinámica para sobrevivir en ambientes con alto grado de variabilidad.
En base a esto decidí proponer un enfoque en Dinámica de Sistemas para observar y analizar en un entorno de simulación la evolución temporal de esta ventaja competitiva, de sus dimensiones principales y de sus implicaciones en términos sistémicos. La tesis plantea si la Dinámica de Sistemas, como un método de modelado y simulación, permite la creación de un micro-mundo donde el espacio y el tiempo pueden ser comprimidos para que podamos aprender, comprender y evaluar cualquier estrategia de cambio encaminada a alcanzar el nivel necesario de flexibilidad.
Intentaba dar respuesta a preguntas como; ¿son nuestras organizaciones flexibles ahora?, ¿y nuestros modelos de negocio?, ¿qué limitaciones encontramos? El trabajo que he realizado proporcionó información sobre importantes elementos facilitadores e inhibidores hacia la consecución y sostenimiento de la flexibilidad organizativa.
El planteamiento de un enfoque dinámico y sistémico, analizando la interrelación de todos los elementos constituyentes de flexibilidad, su evolución en el tiempo y la exploración de las consecuencias de decisiones de cambio estratégico facilitaron una mayor comprensión así como el descubrimiento de importantes barreras a la consecución de los efectos deseados. Debemos entender la flexibilidad organizativa como un sistema en el que hay una serie de variables que están interrelacionadas entre sí y que la evolución en el tiempo de la flexibilidad dependerá de los resultados de esas interrelaciones ante la implementación de estrategias de cambio.
Interesante análisis del entorno cooperativo
Las cooperativas mostraron un nivel de flexibilidad óptimo acorde con lo que el entorno les está demandando; aquellas que fueron evaluadas en el periodo 2007-2011. Los resultados del trabajo llevado a cabo en estas evidenciaban que, aquellas con una posición competitiva más fuerte reflejaban un nivel óptimo de flexibilidad. Es decir, sus estrategias de cambio habían sido efectivas en términos de adaptación a las variaciones en su entorno competitivo, aun cuando no se cumplían al 100% las recomendaciones de la teoría aplicada. Las empresas en un puesto no tan competitivo en aquella época, eran las que más disparidad presentaban entre lo que les estaba demandando el entorno y su nivel de flexibilidad real y potencial. En ambos casos dos limitaciones importantes exploradas fueron; la resistencia al cambio y la miopía de los gerentes para anticiparse a los cambios o entenderlos.
En definitiva, no se puede afirmar si las cooperativas son o no más o menos flexibles que cualquier otra forma organizativa; lo que demostraron es que su capacidad de adaptación, incluso con restricciones características de una cooperativa fue exitosa.
Las restricciones o facilidades se pueden ver desde las dos perspectivas. En algunos aspectos o dimensiones de flexibilidad ser cooperativa proporciona ventajas (ej. flexibilidad de mano de obra) y en otras, la estructura cooperativa impide por ejemplo, que estrategias de cambio perduren en el tiempo con independencia de los cambios gerenciales.
En definitiva, aquellas cooperativas con una posición competitiva sólida pusieron en marcha estrategias de cambio que facilitaron niveles de desempeño óptimos, aun cuando no se cumplían al 100% las recomendaciones de la teoría analizada.
¿Parece apropiado entonces seguir avanzando hacia la flexibilidad organizativa?