Santiago Gaztelumendi De Miguel / Director del Área de Meteorología de TECNALIA y Coordinador de Euskalmet
El climatólogo Jack Hall tras haber realizado diversas perforaciones en la Antártida hace pública una reveladora investigación. Determina que debido al calentamiento global nuestro planeta va a sufrir un desastroso cambio climático que provocará una catástrofe...
¡Todo esto es ficción, sí, ideada por el director alemán Roland Emmerich! Pero no lo fue el masivo tsunami de 2004 que inundó la zona de Khao Lak en Tailandia. Muchos de nosotros recordamos esta historia real convertida en un episodio cinematográfico en Lo imposible.
La climatología y la meteorología van más allá de la mera información para que seleccionemos adecuadamente nuestro atuendo para ir a la oficina o para preparar la maleta en nuestros días de asueto. Son ciencias que estudian los cambios atmosféricos y el tiempo, entre otras cuestiones para prevenir y evitar posibles desastres naturales que tienen como consecuencia numerosas pérdidas humanas y económicas.
Santiago Gaztelumendi es responsable del área de Meteorología de TECNALIA y desde el año 2003 coordinador de Euskalmet, la Agencia Vasca de Meteorología. Este físico, vizcaíno, de 49 años cuenta con un Máster en Tecnología y Gestión Ambiental y es además experto en Dirección de Negocio y Tecnología. Aprovechemos su dilatada experiencia durante estos doce últimos años para acercarnos un poco más a estos conceptos.
Leire Agüero. ¿En qué consiste el área de meteorología?
Santiago Gaztelumendi. Estamos especializados en el desarrollo de tecnologías, productos y servicios en el campo de la meteorología, la climatología y ciencias afines. Nuestras líneas de trabajo se centran en tres direcciones preferentes: el conocimiento del tiempo pasado, del presente y del futuro. Nuestros clientes potenciales son empresas que de una u otra manera, tanto su actividad como sus resultados económicos se ven afectados por las condiciones atmosféricas. En particular, buena parte de nuestro negocio gira en torno a nuestras capacidades de vigilancia y de predicción aplicadas a la CAPV en el marco de la Agencia Vasca de Meteorología (Euskalmet).
L.A. ¿Qué tecnologías o recursos son necesarios para realizar una predicción?
S.G. Este proceso requiere de la concurrencia de múltiples recursos tecnológicos y humanos. Entre los tecnológicos destacamos los modelos numéricos y su ejecución en sistemas de cálculo masivo o la teledetección (radares y satélites), y el tratamiento de datos. Y por supuesto, es fundamental el factor humano, responsable de implementar las diferentes soluciones tecnológicas, de evaluar toda la información disponible y de elaborar los diferentes productos para los usuarios.
L.A. ¿Con cuánto tiempo de antelación se puede realizar un pronóstico?
S.G. Depende del grado de detalle que se requiera, del tipo de variable de la que se trate y de la predicción de una situación concreta, entre otros factores. Hoy en día, podemos pronosticar con bastante detalle a tres o cuatro días vista y tener tendencias más allá del séptimo u octavo día. Debemos ser siempre capaces de detectar los fenómenos realmente adversos que afectan a la CAPV. ¡Así ha ocurrido hasta el momento! Podemos mencionar eventos de granizo de gran tamaño que sólo pueden localizarse en detalle una vez que se muestran a través de una señal Radar; eso implica plazos cortos de reacción. O en el otro extremo, eventos de oleaje de gran altura que pueden predecirse con días de antelación.
L.A. ¿De qué tanto por ciento de acierto estamos hablando?
S.G. En general, para un horizonte de un día, la fiabilidad de los pronósticos puede rondar el 80 o 90 por ciento mientras que para el cuarto día baja al 60 o 70 por ciento.
L.A. ¿Cómo es un día de trabajo para un meteorólogo?
S.G. En meteorología somos un equipo multidisciplinar, que incluye diferentes perfiles profesionales. En particular un meteorólogo trabaja a turnos realizando diferentes actividades. Al llegar a la oficina recibe novedades del turno saliente, chequea que todo discurra sobre lo previsto (sistemas, meteorología, etc.), efectúa un análisis y pronóstico general, de diferentes productos especiales y de meteorología adversa, de boletines marítimo-costeros, actualiza la Web, alimenta el canal de Twitter, atiende a las radios que tenga asignadas, a productos para clientes y un largo etcétera. ¡Como veis aburrirse es difícil!
L.A. ¿Ha cambiado el clima del País Vasco en los últimos años?
S.G. Del análisis de las series de datos disponibles se puede deducir que la temperatura anual media de la CAPV ha superado la media del periodo 1971-2000 durante todos los años de este siglo. Durante el 2003, 2006, 2011 y 2013 la anomalía ha sido superior a un grado. No obstante, y a pesar de este tipo de evidencias, considero que hace falta algo más de perspectiva para asegurar categóricamente que el clima del País Vasco ha cambiado.
L.A. El cambio climático es una realidad, ¿cree que la sociedad es consciente de las consecuencias que esto supone?
S.G. Hace 15 años te hubiera dicho que no, pero a día de hoy creo que quedan muy poquitos escépticos del cambio climático, a pesar de las incertidumbres sobre los efectos a nivel particular local. Los diferentes agentes tractores son plenamente conscientes. La sociedad, a nivel planetario, ¡no lo tengo tan claro!
L.A. ¿Hay diferencias entre meteorología y climatología?
S.G. Por supuesto. La meteorología es la ciencia del tiempo y la climatología es la ciencia del clima. Al profano le parecerá lo mismo, pero son ramas en la práctica muy diferenciadas. No debemos olvidarnos de que el clima configura el promedio del tiempo durante un número significativo de años, digamos al menos unos treinta.
L.A. ¿El desarrollo tecnológico es relevante?
S.G. ¡Absolutamente! Sin tecnología no podríamos trabajar en meteorología operacional y en particular, en la predicción del tiempo. Es necesario disponer de una gran capacidad de computación para poder ejecutar modelos numéricos. Es imprescindible alimentar estos modelos con cantidades masivas de datos provenientes de redes de observación que incluyen instrumentación avanzada de todo tipo; satélites, radares, estaciones automáticas, radiosondeos, etc… y es indispensable disponer de tecnología específica para el tratamiento previo de esa información y para su postproceso.
L.A. Muchos son los directores que han llevado a la gran pantalla películas sobre el “Fin del Mundo” debido al cambio climático. ¿Por qué cree que es un tema tan socorrido?
S.G. El cine suele recurrir cíclicamente a temáticas de catástrofes, y en ese campo no hay duda que la meteorología severa y el clima extremo en cualquiera de sus vertientes es un filón.
L.A. Lo que más y lo que menos le gusta de su día a día.
S.G. Lo que más me atrae son “los retos”, sin duda. Los aspectos más rutinarios es lo que menos me satisface.
L.A. Alguna afición...
S.G. Muchas y muy variadas; el monte, la playa, el mar, el buceo, el esquí, la lectura, el cine, los dioramas, la pintura, etc. Actualmente, todas moduladas por mi niña de seis años (ríe).