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Modelos prospectivos para la descarbonización

4 de Julio de 2023
Modelos de planificación prospectiva
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El uso de modelos de planificación prospectiva es cada vez más común en el ámbito público así como en grandes empresas y agentes sociales

El resultado de los modelos de planificación prospectiva facilita los procesos de toma de decisiones, especialmente cuando se trata de construir estrategias en el largo plazo. La situación dramática a la que se enfrenta la sociedad europea, con las consecuencias aún vigentes de la pandemia y la guerra de Ucrania afectando nuestras economías, y en especial a la industria y a los hogares, aboca a mirar al medio y largo plazo.

Es en ese espacio de oportunidad donde el uso de modelos energéticos prospectivos tiene y tendrá un papel cada vez más relevante en el proceso de transición energética y descarbonización.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de planificación prospectiva?

Desde hace años se ha venido desarrollando un ámbito científico multidisciplinar llamado "análisis de sistemas". Dicha etiqueta proviene de la investigación operativa; una rama de las matemáticas enfocada en analizar el desempeño de sistemas complejos para buscar soluciones que ayuden a la toma de decisiones.

Su expansión hacia el campo de la energía, la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad en su conjunto, ha llevado al desarrollo de decenas de herramientas matemáticas para evaluar el futuro de sistemas complejos como son las ciudades, las regiones o los países: son los llamados modelos energéticos prospectivos (en inglés es frecuente hablar de energy system modelling).

¿Por qué son necesarios los modelos energéticos prospectivos?

La energía es el factor que canaliza todo el desempeño de la vida en la Tierra. El ser humano, desde que comenzó a utilizar el fuego como fuente extrasomática de energía, avanzó en la primera gran revolución tecnológica. Esta revolución le permitía hacer uso de recursos naturales para mejorar su supervivencia mediante el procesado de los alimentos, la obtención de calor y la fabricación de herramientas sofisticadas.

Pasarían milenios hasta que el descubrimiento de la máquina de vapor en el siglo XVIII condujera a la siguiente gran revolución humana y se desarrollara un despliegue de soluciones tecnológicas sin precedentes, que daban respuesta a problemas tales como el transporte, la medicina, la comunicación, etc. El peaje que hubo de pagar el planeta fue la explotación de los combustibles fósiles hasta alcanzar niveles insostenibles.

Tras la crisis del petróleo de 1973 (y las subsiguientes), la altísima ligadura de las naciones a dicho recurso puso en riesgo el futuro económico de Occidente; por lo que se creó la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Así comenzó el desarrollo de lo que llamamos tecnologías basadas en fuentes de energía renovables (las modernas, dado que la hidroelectricidad ya existía).

Lo que quizá no sepa todo el mundo es que es en ese entonces que comienzan a desarrollarse modelos matemáticos para analizar el futuro energético de los países mediante escenarios alternativos bajo el paradigma de “qué pasaría si…”.

Desde los años 70 y hasta los 90s-00s, la mayoría de los modelos energéticos prospectivos eran herramientas de trabajo en agencias multinacionales tales como la AIE o la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). Sin embargo, desde finales del siglo pasado esta inquietud se trasladó a países, regiones y ciudades, especialmente tras las necesidades derivadas del Protocolo de Kioto (1997) y del Acuerdo de París (2015) en materia de descarbonización.

Esta preocupación, no solo política sino social, ha ido derivando en políticas específicas tales como directivas europeas, leyes nacionales, estrategias industriales, planes regionales, planes urbanos, etc., todas ellas basadas en análisis de escenarios soportados por modelos energéticos prospectivos.

Oportunidades de la modelización energética prospectiva

Cada vez son más los agentes, desde administraciones públicas a departamentos de planificación de grandes industrias y empresas energéticas, quienes solicitan ayuda sobre cómo vislumbrar un futuro a largo plazo para la sociedad o para su negocio en particular.

Esta ciencia no trata de predecir el futuro, trata de construirlo mediante la estructuración de decisiones racionales basadas en datos, hipótesis y sujetas a incertidumbre.

Aspectos a resaltar sobre la modelización energética prospectiva como respuesta de futuro

  • La construcción de soluciones es un proceso racional. Cuanto más rigurosos y detallados sean los datos y las hipótesis, más robustez tendrá la solución planteada.
  • Hablar del futuro a décadas vista es absurdo dado que los sistemas objeto de análisis son inaprehensibles. El sentido de los modelos y la planificación prospectiva pasa por la priorización de tendencias para ayudar a tomar decisiones.
  • La interrelación de los sistemas humanos hace necesaria una visión holística: no se entiende la descarbonización sin analizar el transporte, los edificios, la industria, la generación, las infraestructuras…
  • No existen modelos integrales que abarquen todo a la vez: la economía, la energía, las emisiones, el impacto en la naturaleza, el comportamiento humano, el desempeño tecnológico detallado, el despliegue de infraestructuras, etc.
  • Debido al punto anterior, en los próximos años se desarrollarán marcos de modelización integral que desarrollen y armonicen metodologías de ámbitos muy diversos. Lo que es óptimo en términos económicos para una industria quizá no lo sea para la sociedad que la rodea, y viceversa.

Diseño de  hojas de ruta: transición energética y descarbonización

Desde TECNALIA venimos trabajando en el desarrollo de este tipo de herramientas. Hemos avanzado con éxito en su aplicación para el diseño de hojas de ruta sobre la transición energética y la descarbonización regional, planes de descarbonización urbana, así como estrategias industriales de descarbonización de sectores y empresas concretas.

No solo creemos en ello, sino que el cada vez mayor interés de los diversos agentes, el desarrollo de capacidades compartidas, así como la creciente inversión europea en materia de investigación sobre este campo científico, y el número de publicaciones, nos llevan a creer que estamos en el camino correcto.

¡Aunemos esfuerzos!

Diego García Gusano

SOBRE EL AUTOR

Diego García Gusano

Investigador senior en materia de descarbonización y modelado prospectivo en la Plataforma de Planificación Energética de Tecnalia. Cuenta con 15 años de experiencia en materia de planificación energética. Trabaja como responsable en diversos proyectos relacionados con la planificación y el diseño de políticas y estrategias a nivel regional, urbano e industrial sobre descarbonización.

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Autor:Diego García Gusano
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