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Desarrollando tecnología de monitorización para competir con los mejores del mundo
En el año 2004, un gran profesor de universidad me ofreció la posibilidad de entrar a formar parte de su grupo de trabajo con una beca. Era un equipo muy pequeño, pero estaba alcanzando grandes metas a nivel mundial. Se trataba de desarrollar electrónica combinada con mecánica experimental e informática.
La verdad es que era un reto que sonaba muy bien. Después de un tiempo analizando cómo desarrollar la técnica, diseñamos un sistema electrónico inteligente para barcos de alta competición. Todo esto tenía un doble objetivo: lograr el sistema idóneo sin perder de vista que la embarcación fuera la primera en llegar a meta.
En 2007 comenzó en aguas de Valencia la 32ª edición de la America´s Cup. Un auténtico hito para nuestro país, ya que era la primera vez que en España se celebraba esta competición náutica considerada la Champions del mar, haciendo un paralelismo con el argot futbolístico.
Si me paro a pensarlo detenidamente, me emociono, ya que fue una experiencia única e inolvidable tanto en lo personal como en lo profesional. Teníamos que desarrollar tecnología de monitorización para competir con los mejores del mundo. Estábamos en la élite.
Inteligencia de la tecnología aplicada al mundo náutico
Para alguien que empezaba en el mundo de la ingeniería y además amante del deporte, ¿qué más podía pedir? Estábamos uniendo tecnología con un deporte apasionante como es la vela mediante la monitorización del barco. Gracias a la sensórica recogíamos todos los datos y variables posibles del bote para intentar ser los mejores en el agua, siempre ayudados por la inteligencia de la tecnología aplicada al mundo náutico.
Una de las anécdotas de las primeras semanas fue que toda la tripulación bromeaba con el hecho que un chico llegado desde las montañas del Prepirineo supiera dotar a un barco de vela de un sistema inteligente que les ayudara a ser los mejores en el mar.
Este sistema que nació para barcos de vela de alta competición ha estado en continuo desarrollo y se ha terminado aplicando en otros campos tan diversos como el de infraestructuras, industria, ferrocarril, alimentación, energías renovables etc. Siempre con la premisa de mejorar y ayudar a cada uno de los sectores para estar a la última en el siglo de la industria 4.0.
Proceso de búsqueda de sensórica aplicada
El trabajo previo que siempre hay que realizar antes de la monitorización es el estudio a fondo del sector y un proceso de búsqueda de sensórica aplicada al ámbito al que nos vamos a enfrentar, para luego poder recoger todas las variables en un sistema de adquisición de datos acorde al medio que nos rodea.
Sin duda, este campo de aplicación estaba en un nivel de madurez de tecnología bajo. En estos 15 años, desde que iniciamos la investigación de sistemas de monitorización inteligente tanto en la EUPLA (Universidad de Zaragoza) como en TECNALIA se ha aplicado en numerosos sectores:
- Estudio y monitorización del sistema de ventilación forzada de túneles
- Estudio de materiales compuestos y monitorización horno, curado de barcos
- Análisis estructural planta solar
- Monitorización de fugas en presas mediante fibra óptica
- Monitorización heliostato
- Tecnologías para mantenimiento lean de estructuras flotantes de eólica marina
- Monitorización losas pavimento aeropuertos
- Monitorización tecnologías inalámbricas de temperatura y humedad
- Modelizado y sensorizado de plataformas flotante en bateas
- Monitorización estructural en pabellones deportivos mediante nodos inalámbricos
Continuando con la idea de monitorización inteligente aplicada en la industria, se podrían destacar ejemplos muy claros y donde el expertis de TECNALIA está a la altura de la America´s Cup. La diferencia radica en que ahora tenemos una sensórica mucho más avanzada con la que obtenemos más información con menos esfuerzo.
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Si antes los datos se recogían mediante tarjetas físicas, ahora todo está en la nube
Podría parecer incluso ciencia ficción, pero por qué no ayudar a la industria de la cría de moluscos a mejorar su proceso de crecimiento y en tiempo real controlar su mejora de producción. Desde luego los bateeiros lo están agradeciendo, aunque no lleguen a entender el proceso de recogida de datos. En un abrir y cerrar de ojos hemos pasado del sensor de cable al inalámbrico, lo que ha permitido dotar a grandes infraestructuras de este tipo de tecnología y olvidarnos de los molestos cables.
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Otro ejemplo lo encontramos en las construcciones hidráulicas
Hoy en día se puede controlar posibles fugas y evitar así los grandes desastres que este tipo de obras han producido en zonas habitadas. Sin olvidarnos de las tan eficientes energías renovables que ya en el siglo pasado se utilizaban. Ahora mucho más evolucionadas y en auge por lo que aportan al medioambiente y a su alto rendimiento gracias, en parte, a que se monitorizan de los pies a la cabeza.
Introducir esta tecnología en el sector del transporte es algo más complejo, pero poco a poco se está consiguiendo. Faltaría diseñar un modelo de coche comercial con inteligencia total y autonomía máxima, pero accesible para todos los bolsillos. Cuando en el año 2004 monitorizábamos barcos de vela en el agua, los propios navegantes se sorprendían de esta tecnología en un sistema sin motor.
No cuesta imaginar lo que se podría lograr en un vehículo que tiene toda la tecnología aplicada con motor. Mucho más fácil, ¿no? Es ahí donde se puede ver el gran reto que supuso implementar sensórica en una nave en el que el único power era una batería de uso comercial.
Realmente llegamos lejos, muy lejos, mucho más de lo que nunca imaginamos
Metimos a tres equipos con nuestro sistema en la final de la America´s Cup; uno de ellos ganador de la competición. Reto aceptado y reto conseguido.
Todo este conocimiento lo hemos aportado a TECNALIA. Formamos parte de un gran grupo humano. Puedo asegurar que cada proyecto que iniciamos es tan apasionante y exigente como lo fue la America´s Cup. Como me dijo en una ocasión un amigo que es un gran montañero: para subir grandes montañas la mayor tecnología inteligente es el propio cerebro y un mapa, no electrónico, de papel.
