Asier Rufino / Director General de TECNALIA Ventures
Según la RAE, el diccionario de la lengua española, emprender entraña una dificultad, riesgo o peligro a la hora de acometer una nueva andanza, un nuevo negocio. Algunos intrépidos deciden dejar atrás una estabilidad para adentrarse en un futuro incierto. Un futuro que requiere de grandes dosis de esfuerzo y dedicación plena. Estos valientes siempre han existido, pero en los últimos tiempos, ante la necesidad de sobrepasar la época de crisis han cobrado mayor relevancia.
Asier Rufino Bengoechea, guipuzcoano de 40 años, tira de las riendas de TECNALIA Ventures. Una incubadora que trata de acompañar y acelerar las oportunidades de negocio de estos emprendedores en ese camino pedregoso, desde la concepción de la idea hasta su validación en el mercado.
Licenciado en Administración de Empresas, fue director y uno de los fundadores de Emprendedores Crecer+, plataforma del Instituto Vasco de Competitividad (Orkestra), un programa que tiene como objetivo ayudar a las empresas locales de alta tecnología en su crecimiento.
Hoy, es el Día Mundial de la Propiedad Intelectual y hemos querido celebrarlo charlando con Asier Rufino. Afortunadamente dispone de una amplia experiencia en iniciativas empresariales e innovación creando estrategia de desarrollo de negocios y servicios de coaching para empresas de nueva creación y pymes.
Leire Agüero. ¿Qué es TECNALIA Ventures?
Asier Rufino. La razón de ser de TECNALIA Ventures es dar apoyo al ámbito de la valorización de la I+D destinada al desarrollo de activos. Para ser efectivos es necesario crear un ecosistema en el que se den agentes complementarios; entornos de investigación básica, equipos de emprendedores que deseen transformar spin-off tecnológicas en pymes de impacto y “smart capital”, inversores con el afán de aportar además de capital, apoyo al desarrollo de los proyectos innovadores e implicación en primera persona. Nos consideramos “venture builders”, “utilizamos” como materia prima las capacidades tecnológicas para “construir” oportunidades de negocio.
L.A. Hoy es el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, ¿en qué consiste exactamente?
A.R. Consiste en recordarle a Charles H. Duell lo equivocado que estaba. Este hombre ha pasado a la posterioridad porque en 1899 se le ocurrió decir con “gran pompa” en un congreso de la época, desde la autoridad que le concedía su puesto de Comisionado de la Oficina de Patentes de USA, que “todo lo que tenía que ser inventado había sido inventado”. ¡Increíble! La PI se merece tener su propio día en el que se desarrollen diferentes actividades, congresos, charlas divulgativas...
L.A. ¿Cuántas spin-off, patentes… han creado?
A.R. Desde la constitución de TECNALIA Ventures en 2013 hemos instituido 8 spin-offs. En los próximos meses es inminente que se concreten dos iniciativas más. En un estadio muy avanzado de comercialización contamos como potenciales spin-offs un pipeline con 4 oportunidades de negocio. En cuanto a la gestión de la cartera de empresas participadas rondamos las 15 con un gran exit que únicamente requiere de aprobación regulatoria para materializarse, y otro exit importante en ciernes. En cuanto a las patentes, disponemos de 25 nuevas solicitudes EPO–PCT anuales; de las cuales más del 90% acaban aprobándose. Este año, todo apunta a que podemos recolectar una cosecha todavía más importante sobrepasando incluso las 30; entraríamos en el listado de empresas más prolíficas a nivel nacional en este ámbito. ¡Son cifras muy importantes!
L.A. ¿Cuántas personas forman TECNALIA Ventures?
A.R. A día de hoy somos un equipo de 20 personas con perfiles muy variados (PhD, MBAs, ingenieros, químicos, físicos, empresariales, políticas, etc.). Nuestro nexo en común es la pasión y el conocimiento de la tecnología y la explotación de la misma en el ámbito de los negocios que genera un impacto en nuestro entorno. Esto nos permite tener un “lingo business”; percibir qué es lo que buscan los inversores tecnológicos y las empresas diversificadoras.
L.A. Cuéntenos un caso de éxito.
A.R. Es importante entender que el éxito y el fracaso acaban siendo caras de la misma moneda. Lo importante es la flexibilidad de cintura para poderse reposicionar. Los casos más vistosos, los que se cubren en los Pitch & Pintxo del Club de Emprendedores están sumamente documentados y pueden verse en sus páginas web, etc. Sin embargo, me gusta hacer mayor hincapié en aquellos casos tales como equipos que vienen con oportunidades de negocio Omega, que salen del entorno de aceleración de incubación y aprenden a analizar las oportunidades desde la perspectiva de un inversor, y llegan a la conclusión ellos mismos.
L.A. Si alguien tiene una idea innovadora y quiere monetizarla ¿cuál es el proceso a seguir?
A.R. Contamos con una herramienta muy potente, Omega. No existe en ningún otro Centro Tecnológico o Universidad europeos. Realmente causa admiración entre empresas, inversores y organizaciones públicas. Nos permite distribuir fondos prueba de concepto, acercando desde los primeros estadios del desarrollo de activos, las sensibilidades de los inversores y/o empresas a estos procesos y agilizar su llegada al mercado en las condiciones más óptimas de comercialización; conectando directamente con los inversores. ¡Es algo revolucionario! Podemos “sacar chispas” a una idea que esté focalizada en resolver un problema de cuenta de resultado. Trabajamos desde la tecnología, áreas de negocio y los Commercialization Specialists de cada sector. Por lo tanto, se puede poner en contacto con cualquiera de estas personas implicadas en el proceso.
L.A. ¿Qué requisitos debe reunir un proyecto para que lo consideren una oportunidad de negocio?
A.R. Independientemente de cómo se concrete la explotación (empresa, patente, nuevas herramientas que estamos desarrollando “business diversification”) una oportunidad de negocio debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Debemos tener constancia de que nuestra solución tecnológica resuelve un problema de cuenta de resultados de enjundia, de manera diferencial a otras soluciones actuales.
- Obviamente necesitamos tener un prototipo industrial mínimo viable que valide el concepto tecnológico en un entorno preindustrial.
- El desarrollo de una posición de sostenibilidad en la explotación, creando barreras de entrada. La PI es un elemento clave a la hora de poder defender su valor ante organizaciones que quieran replicar nuestra solución.
- Equipos, indispensables en el caso de querer lanzar una empresa y con perfiles que combinen los ámbitos tecnológicos y comerciales. Incluso cuando se quiere licenciar una patente es fundamental disponer de un “responsable del activo” que desempeñe un rol tractor.
L.A. ¿Cuánto tiempo se tarda en lanzarla al mercado?
A.R. Sin sonar gallego, la respuesta es depende (ríe). Depende mucho del sector; el ámbito bioquímico por ejemplo se ve afectado por la “voluntad” de los microorganismos, en la Salud la dependencia de los tests en animales y/o humanos introducen una necesidad de periodos de incubación de las oportunidades de negocio más largos. Asimismo, depende de cuánto tardemos en montar equipos, encontrar emprendedores con los que ir al mercado a buscar “Smart capital” en el caso de una spin-off, y también depende de cuánto tiempo, importancia y cariño le dediquemos a gestionar estas iniciativas.
L.A. ¿Hay emprendimiento en España?
A.R. Sí, tenemos algunos muy buenos ejemplos de startup con vocación internacional y excelentes equipos, a las que se les augura un futuro excelente. No obstante, como en otros campos de la vida nos encontramos con la otra cara; nebts que se perpetúan con un número estable de empleados y con problemas endémicos para conseguir ingresos.
L.A. ¿Qué consejo le daría a un emprendedor?
A.R. ¡Go4It! Es por otra parte el superatinado nombre de nuestra última startup en la que contamos con personas de TECNALIA que han apostado por esta empresa; se dedica a evolucionar los “entornos de sistemas legados” con lenguajes vetustos de programación que cuestan muchísimo mantener a sus organizaciones. En este caso, el promotor ha decidido ir a por todas porque cree en su idea. Se constata además que resuelve un gran problema de cuenta de resultados en la industria. La energía, el brillo en los ojos, como suelo decir es el que consigue atraer a inversores, a otras personas que dejan sus trabajos actuales para sumergirse en una nueva aventura y a clientes, que cada vez más confían y contratan los servicios de estos para sus empresas. Siempre puede haber excusas potenciales para decir que no es el momento más adecuado pero un emprendedor ve el upside (potencial de su oportunidad), cree en ello y va a por todas. Así que a todos los emprendedores les digo; Go for it!
L.A. En tiempo de crisis ¿es importante potenciar el emprendimiento?
A.R. ¡Debería ser una reacción natural! Las dificultades fuerzan al ser humano a aguzar el ingenio, la ideación. Si los resultados de un modelo productivo no funcionan debemos impulsar otros con un mayor componente tecnológico para asegurar nuestros estándares de riqueza; la destrucción creativa que diría Schumpeter. Afortunadamente ha habido un despliegue óptimo de recursos en nuestro entorno, en el Estado y en Europa para favorecer el desarrollo del emprendimiento. Más allá de los recursos están las personas y su determinación, el componente clave. Irlanda es un excelso ejemplo en esta línea; con un país que en el 2011 estaba en bancarrota, el Tigre Celta ha vuelto a rugir impulsado esta vez no por el sector especulativo inmobiliario y la connivencia del sector financiero sino por un despliegue mayor de oportunidades de negocio de base tecnológica. Existe toda una generación de emprendedores que se han apoyado entre sí.
L.A. ¿Puede desvelar la clave del éxito de TECNALIA Ventures?
A.R. Verdaderamente considero que el secreto se encuentra en el trabajo en equipo, desarrollando relaciones de asociación tanto en entornos internos de la organización como con agentes externos, que ven el potencial de entrar en relaciones win-win. Para trasladar la I+D al mercado es clave desarrollar entornos intensivos en colaboración. ¡La gente además, disfruta trabajando en equipo!