La participación ciudadana, ¿en qué consiste? ¿es algo nuevo? La respuesta es compleja ya que existen tantas acepciones o enfoques, como objetivos y sujetos ejerzan este instrumento democrático al que, hoy por hoy, podemos dotar de un gran soporte tecnológico y de innovación.
La participación es la capacidad para expresar decisiones que sean reconocidas por el entorno social, y que afectan a la vida propia y/o a la vida de la comunidad en la que uno vive (Roger Hart, 1993). Asimismo, esta definición puede ser ampliada con matices como la participación social, comunitaria, política o ciudadana.
Las diferentes administraciones, independientemente de los países y de su color político, empezaron a establecer diversas fórmulas, reglamentos y órganos de participación ciudadana generados en función de los intereses de las personas, las asociaciones o las comunidades. A nadie se le escapa que esa participación estaba basada principalmente en función de entornos geográficos, temáticas concretas y con un gran componente presencial.
Es precisamente en un momento de baja participación tradicional, pero con una ciudadanía motivada y con una administración que trabaja por cumplir con la Declaración de Gobierno Abierto, cuando el uso de Internet y las nuevas tecnologías irrumpen. Estas consiguen que los tres pilares o principios de este nuevo paradigma y modelo de relación - la participación (individual o colectiva), la transparencia y la colaboración - alcancen mayor eficacia e inmediatez en sus procesos. De igual modo, la tecnología ayuda a alcanzar los objetivos en los cinco niveles que ha definido y desarrollado la International Association of Public Participation (IAP2) en un estudio: informar, consultar, involucrar, colaborar y empoderar. Nuevamente la tecnología es el medio, no el fin.
Una publicación de Telefónica de 2013 acerca de las TIC en el Gobierno abierto: Transparencia, participación y colaboración expone las áreas más relevantes en las que la tecnología puede ayudar:
- Herramientas de participación. Escucha activa: blogs, wikis, redes sociales…
- Herramientas de distribución de evento, difundir los debates que se llevan a cabo en el seno de las Administraciones Públicas de forma accesible
- Nuevas herramientas de colaboración
- Voto electrónico, con sistemas formales de voto o con herramientas que permitan pulsar la opinión pública
- Herramientas CRM y ticketing donde se busca atender y gestionar las opiniones de los ciudadanos
- Portales de participación. Habilitar mecanismos que permitan la comunicación con la ciudadanía de forma descendente, ascendente y horizontal.
- Herramientas de identificación segura
De cada una de estas áreas, encontramos proyectos varios en diferentes niveles y alcances. Es reseñable que prácticamente todas las ciudades han planteado programas desde sus ayuntamientos para sus procesos de participación ciudadana generalmente para cuestiones de mejora urbana o presupuestos municipales. Tenemos ejemplos como el “Decide Madrid”, con un amplio recorrido, o el Programa Reaviva de “Decide Sevilla” que acaba de iniciarse. En estos casos, quizá no haya tanto aporte tecnológico como conceptual.
Sin embargo, relevante por su componente ambicioso y amplio de co-creación, en el que han participado la administración, la ciudadanía y desarrolladores privados conjugando necesidades, soluciones y tecnología, ha sido WeLive con su metodología para la elaboración de una herramienta participativa. Esta iniciativa europea, en la que ha participado TECNALIA, se diseña para transformar el enfoque actual del gobierno electrónico: proporciona un modelo abierto en cuanto al diseño, la producción y la prestación de servicios públicos aprovechando la colaboración entre las administraciones públicas, los ciudadanos y los desarrolladores.
La Innovación Abierta, el Open Data y Open Services han llegado a desarrollar aplicaciones móviles surgidas de las necesidades de la ciudadanía y para las que han utilizado datos abiertos de la propia administración. La creación, financiación y el despliegue de nuevos servicios han sido claves en la aportación de los diferentes colaboradores. Uno de sus objetivos tecnológicos consiste en aportar herramientas fáciles de usar e intuitivas que permitan a quienes no son expertos en ICT crear aplicaciones útiles para la sociedad, aumentado así la participación activa: Bilbao, Trento, Novi Sad y Helsinki son los escenarios prácticos de este proyecto.
Dos áreas de calado tecnológico que han sido la base para el desarrollo de la tecnología es OpinionChain: la identificación segura y el anonimato del voto en elecciones electrónicas son el objeto de este nuevo producto. La utilización de la tecnología y la adopción de Blockchain como herramienta para garantizar la seguridad de los procesos de participación electrónica han hecho posible contar con una plataforma que garantiza la seguridad, el anonimato, contar con un proceso auditado así como su fácil integración con otras plataformas o webs. Son muchos los ejemplos, reflejo de una realidad social incuestionable favorecida en parte por la democratización en el uso de la tecnología.
Es indispensable fomentar el uso de las TIC para involucrar a la ciudadanía en todo el ciclo de elaboración de políticas, y en una o varias etapas del proceso de toma de decisiones, así como a la Administración y a otros agentes tractores.
Es necesario identificar necesidades, generar propuestas e ideas rompedoras y proponer soluciones y nuevos productos que mejoren la vida en las ciudades del futuro: incidir asimismo en los espacios, en la cultura social y en los conocimientos para propiciar este gran reto de hiperconexión y colaboración.
Y no olvidemos que si bien este salto de lo presencial a lo digital estimula la desaparición de algunas dificultades en la participación ciudadana, puede generar al mismo tiempo otras que debemos analizar: la famosa brecha digital.