Participamos en la adaptación de las infraestructuras de transporte de hidrógeno para distribuirlo desde la generación hasta el punto de uso, asegurando que su suministro llegue a todos los consumidores, por ejemplo, transportando el hidrógeno a través de las redes de gas existentes. En este ámbito actuamos tanto en el estudio del comportamiento de los materiales en contacto con hidrógeno, a fin de evitar la “fragilización por hidrógeno”, como en la separación de hidrógeno mediante membranas para permitir su uso final.
Damos también soporte al desarrollo de materiales y productos que facilitan el almacenamiento y el transporte del hidrógeno: tanques y depósitos de presión, conductos, válvulas… Es clave entender y conocer los efectos del hidrógeno en las propiedades mecánicas previniendo o minimizando el riesgo de fallo en las infraestructuras implicadas: tuberías, tanques, compresores, etc.
Asimismo, trabajamos con diferentes tecnologías (reactores de membrana, reactores de milicanales, etc.) para la producción de nuevos portadores energéticos (amoniaco, dimetiléter, ácido fórmico, metanol…), portadores líquidos que permiten transportar el H2 en condiciones de operación de presión y temperatura más cercanas a las ambientales, lo que supone una mayor facilidad de almacenaje y transporte y una mayor seguridad.