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Firmamos un contrato de colaboración con Tedagua para desarrollar una nueva tecnología de desalinización

28 de Abril de 2021
Electrodo de grafeno

Frente a la ósmosis inversa la desionización capacitiva reduce los costes de operación, el consumo energético y las emisiones de CO2

Una de las tecnologías más prometedoras para la desalación de agua de mar es la desionización capacitiva. Esta permite eliminar todo tipo de especies iónicas de aguas de diferentes salinidades, y compite con la ósmosis inversa, la tecnología más implantada actualmente; reduciendo frente a esta los costes de operación y el consumo energético y, consecuentemente las emisiones de CO2.

La tecnología desarrollada contempla la aplicación de un potencial eléctrico entre los pares de electrodos que componen la celda CDI, forzando a los iones de la disolución salina, que pasa a través de ellos, a ser adsorbidos en la superficie de estos. El proceso, de base electroquímica, purifica las aguas salinas almacenando simultáneamente energía.

Aguas salinas y desionización capacitiva

El concepto de la desionización capacitiva viene de los años 60. Sin embargo, el tratamiento de aguas salinas con concentraciones mayores a cinco gramos litro ha estado lejos de su aplicación práctica debido a la carencia de un material apropiado para los electrodos.

Para dar respuesta a esta necesidad se ha desarrollado un nuevo material híbrido que muestra una combinación de macroporos, mesoporos y microporos en una estructura tridimensional con óxido de grafeno reducido. Esta estructura, combinada con el efecto hidrofílico y capacitivo de las nanopartículas del óxido metálico han demostrado ser muy eficientes para la eliminación de sales de aguas de diferentes salinidades.

La desionización capacitiva empleando electrodos basados en grafeno, constituye una tecnología prometedora, innovadora y sostenible para la desalinización de aguas de diferentes salinidades con un bajo consumo energético.