La infraestructura proporciona información sobre el comportamiento de materiales, componentes y equipos en funcionamiento en la zona atmosférica, de splash, en inmersión, en bodega y en el fondo marino
El laboratorio Harslab dedicada al ensayo de materiales y componentes en medio real offshore ha permitido a unas 20 empresas obtener una valiosa información sobre la corrosión, el envejecimiento y el fouling de sus materiales en ambiente marino. Se han ensayado más de 500 probetas y muestras: este mes de mayo cumple tres años de operación en mar abierto, en BiMEP.
La primera versión del HarshLab da paso a una nueva versión. Esta infraestructura, dotada con mayores prestaciones y capacidades, acometerá nuevos ensayos y actividades de I+D destinados a la mejora de la competitividad de la industria offshore.
La estructura del HarshLab se encuentra en estos momentos en fase de construcción, bajo la supervisión de IDOM. Una vez fondeada, en cuatro meses, frente a las costas de Armintza, permitirá a las empresas vascas afrontar ambiciosos proyectos de investigación relacionados con el ámbito offshore.
Sobre el nuevo HarshLab
El nuevo HarshLab contará con conexión a la red eléctrica y de comunicaciones gracias a un cable umbilical que conectará el laboratorio con la red submarina con la que cuenta BiMEP. Esta conexión le otorga al HarshLab la posibilidad de ensayar equipos en funcionamiento a bordo y facilitar el manejo de cargas a través de diversos sistemas embarcados: grúa hidráulica, pescante exterior y polipastos interiores.
El laboratorio tendrá unas dimensiones de 8,5 m de diámetro por 7 m de altura total. Obtiene una mayor capacidad de ensayo de muestras y equipos en las mismas zonas de exposición que la versión anterior: atmosférica, splash e inmersión. El HarshLab 2.0 permitirá también realizar ensayos en bodega y bajar muestras al fondo marino, a 65 metros de profundidad.
Otros equipamientos singulares disponibles consisten en: dos huecos libres en el fondo para ensayar conectores, risers y umbilicales; un módem submarino para comunicar elementos sumergidos con la superficie; una estación meteorológica propia; y un pequeño ROV (Remotely Operated Vehicle) submarino a bordo. El sistema de comunicaciones transmite todas las señales que se adquieran a bordo a través de las fibras ópticas del cable umbilical de la estructura.
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