La transición hacia una energía limpia se contempla como un concepto central para las políticas energéticas y climáticas de la UE
El pasado 20 de octubre se ha presentado el “White Paper on the Clean Energy Transition” preparado por la EERA (European Energy Research Alliance). El documento ha sido elaborado por expertos de la Alianza, y TECNALIA ha colaborado como miembro del comité científico asesor del documento.
Este emblemático Libro Blanco ha exigido un enfoque interdisciplinario, holístico e intersectorial hacia la neutralidad climática y ha solicitado que rompa los compartimentos estancos de la gobernanza y transforme nuestro modelo social y económico. El documento aborda las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores económicos. Nos recuerda que, si bien el uso de energía representa alrededor del 75 % de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, solo un tercio de ellas se originan directamente en el sector energético. Por lo tanto, lograr la neutralidad climática implica un desafío mucho más amplio que la descarbonización del sector energético per se.
Transición hacia una energía limpia
La transición hacia una energía limpia se contempla como un concepto central para las políticas energéticas y climáticas de la UE. Ha de extenderse más allá de la neutralidad climática para incorporar la equidad social y vincularla más ampliamente a los conceptos de sostenibilidad global y resiliencia social. Más allá de sus aspectos tecnológicos centrales, la transición implica elementos socioeconómicos y exige un enfoque interdisciplinario en la formulación de políticas.
Los escenarios de transición, una herramienta de planificación fundamental que permite evaluar los factores clave que configuran el futuro y los obstáculos críticos que deben superarse, cubren en este Libro Blanco aspectos transversales esenciales como son la digitalización; la circularidad; el acoplamiento sectorial y la integración de sistemas; la política, regulación y mercados; la ciudadanía energética, culturas, prácticas y estilos de vida. Estos dan a los escenarios de transición una solidez social general al garantizar que de ellos se deriven medidas políticas coherentes e integradas y acciones de implementación.
El documento constituye un primer intento de ofrecer a los responsables políticos un marco conceptual para la transición hacia una energía limpia, y ayudarles a definir el mejor camino posible hacia una sociedad justa, sostenible, competitiva y climáticamente neutra.
