“Se pone de manifiesto la urgente necesidad de incrementar la resiliencia de la infraestructura energética en América Latina y el Caribe frente a los impactos del cambio climático”
Colaboramos con la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) en la elaboración de un estudio que revela la alta sensibilidad del sector energético al cambio climático de América Latina y el Caribe
TECNALIA ha colaborado con OLADE en la realización de un estudio exhaustivo que revela la alta sensibilidad del sector energético al cambio climático de América Latina y el Caribe. Este informe llega en un momento crítico dada la creciente penetración de las energías renovables y el aumento de fenómenos climáticos extremos que afectan la región.
La infraestructura energética, vital para el desarrollo económico y social, enfrenta riesgos significativos que requieren atención inmediata y estrategias de adaptación a medio y largo plazo.
Evaluación de los riesgos climáticos que afronta el sector energético
A partir de datos aportados por el C3S y otras fuentes, TECNALIA ha generado información climática destinada a evaluar los diferentes riesgos climáticos a los que se enfrenta el sector energético, incluyendo aspectos como cambios en los recursos renovables, eventos extremos que pueden afectar a la transmisión y distribución de energía, etc.
- Esta información ha sido puesta a disposición de los países participantes (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Granada, Honduras, Panamá, Paragua, Perú, República Dominicana y Uruguay) para que pueda ser considerada en la planificación energética.
- Además, ha sido empleada para realizar una priorización de los riesgos a los que se enfrentan los sistemas energéticos de la región.
Información climática para garantizar un desarrollo resiliente
El estudio, liderado por OLADE en colaboración con expertos regionales e internacionales, proporciona información crucial para la planificación y desarrollo de políticas que fortalezcan la resiliencia de la infraestructura energética. Esto no solo protegerá las inversiones y reducirá los costos de mantenimiento, sino que también garantizará un suministro energético más fiable y sostenible para las comunidades de América Latina y el Caribe.
Para las empresas del sector, este conocimiento es fundamental para mitigar riesgos y adaptarse a los cambios climáticos futuros.